martes, 15 de marzo de 2011

PARAJES DE INTERES PAISAJISTICO Y LUGARES HISTORICOS

Parajes de interés paisajístico y lugares históricos



25 mayo 1998 La Torre de las Siete Esquinas.- Es una atalaya desde la que se divisa buena parte de la campiña y todo el sector de Poniente junto con el Sector Sur. Forma parte de un conjunto de torreones desde los que se comunicaban mediante señales de humo por el día y con señales luminosas por la noche. Quedan en pie buen número de ellas, la más cercana se encuentra precisamente en la misma zona, arroyo arriba a la derecha, sólo quedan las paredes, si se sigue el camino vecinal de la huerta de las Ventanas (propiedad en la que se encuentra enclavada la torre que nos afecta) se llega a la finca de la Soledad y justo al otro lado de la carretera detrás de la estación de Televisión Española se encuentra la torre del Beato que aún conserva la parte alta y el agujero por donde se accede a la parte superior. En TorreArboles (curioso el nombre, ¿verdad?) existía otra torre de señales que fue derribada y sobre su base se encuentra el poste geodésico que le acredita como el cerro más alto del Término de Córdoba. En la campiña se encuentra otra torre conocida como el Telégrafo, se ve desde la Autovía Madrid-Córdoba, y ya fuera del término, en Villafranca, se encuentra otra torre de señales cerca de la vereda pecuaria de la Higueruela. Sería interesante poder reunir la información referente a este viejo medio de comunicación y delinear las rutas que jalonaban estas torres.



¿Como llegar?.- Se puede llegar andando desde el Parque Figueroa por la vereda de Trassierra siguiéndola hasta la Huerta de la Gitana, desde allí girar a la derecha y tomar la carretera de asfalto que pasa por delante del cortijo de la Torrecilla y seguirla, justo antes de llegar al segundo arroyo después de una pequeña subida nos encontraremos con un muro de piedra a nuestra derecha (restos del acueducto romano de Vallehermoso) y a la izquierda un camino (marcas blanca y verde sobre las piedras) en muy mal estado, dejamos la carretera de asfalto y seguimos por este camino, más arriba cruzamos un camino de urbanización y seguimos por la izquierda subiendo por un camino ancho, el camino va zigzagueando en dirección a la carretera de Trassierra. A la carretera de Trassierra se sale entre las defensas de la carretera en un hueco que está asfaltado y que tiene marcas blanca y verde sobre una de ellas. Se cruza la carretera con precaución y a unos cincuenta metros nos desviamos a la derecha por un camino asfaltado que sigue subiendo, pasa delante de una casa y después sigue en dirección a la Huerta de las Ventanas. También a la altura de la casa hay un sendero estrecho a la izquierda que se dirige casi justo al borde de la carretera por un terraplén. Cualquiera de los dos caminos llega a la Torre de las Siete Esquinas.
Esta vez describiré la ruta que sube por la izquierda por un antiguo camino de minas. A pocos metros encontraremos a la derecha una cantera de andesita hoy abandonada, más adelante bajaremos unos dos metros por una rampa pronunciada y a continuación un trayecto más o menos recto y sin pendiente apreciable. Aquí el camino se encuentra en mal estado con abundantes piedras sobre el sendero, buena parte de la anchura del camino que debería estar alrededor de los dos metros se encuentra reducido a medio metro o menos. Finalizado este tramo recto comienza una buena subida ya sin recuperación hasta el pié de la Torre. El paseo es duro pero merece la pena hacerlo, se puede apreciar en bastantes zonas la colocación de diques diagonales de piedras sobre el trazado para evitar que el agua destruyera el camino. A medida que se va ascendiendo se domina toda la zona de ValleHermoso y podreis encontrar restos arqueológicos. A esta zona entre los ciclistas se la conoce como Monte Cobre. Una vez en la Torre de las Siete Esquinas se puede subir al Mirador de las Niñas por el camino de minas que hay a la izquierda (bastante perdido) o seguir por un sendero de cabras paralelo al arroyo que está al Norte de la Torre, más arriba se desvía a la izquierda y lleva a la curva de la carretera antes de llegar al Mirador.
También se puede llegar en coche desde la carretera de Trassierra. Al llegar al cruce donde se encuentra la gasolinera, se gira a la derecha en dirección al Mirador de las Niñas y desde éste se puede ver la Torre a la que se puede acceder siguiendo el sendero que hay a la izquierda del Mirador, precaución con las rocas ya que al ser terreno de minas no sería raro encontrarse un socavón. Alternativamente se puede dejar el coche en la zona del Mirador y retroceder hasta la curva cogiendo un sendero de cabras por el que se puede acceder a la Torre de las Siete Esquinas. Este último acceso puede ser más complicado.
El camino vecinal de la huerta de las Ventanas también es una alternativa, pero éste camino se encuentra bloqueado por una cancela en la que se ha colocado un letrero de prohibido el paso por "razones sanitarias". En cualquier caso si alguien se decide a utilizar esta servidumbre, tendrá que pasar por delante de la casa y no siempre se es bien recibido. Una vez que se ha pasado por la casa el camino gira a la izquierda siempre subiendo, después de haber dejado a la derecha un desvío que conduce a la carretera de las Ermitas, seguiremos el camino que llevamos entre olivar y nos encontraremos con una nueva cancela, ya en camino más o menos llano, desde este punto a nuestra derecha podremos ver la Torre. Al pasar por la casa tendremos que pasar otra cancela y a la derecha hay un desvío que conduce a Peña Melaria, formación rocosa en la que aún existen abejas y donde se cree residió un antiguo cenobio, sobre la roca hay una cruz de una piadosa mujer que la dedicó a la honra de los que allí vivieron en santidad.


 

La fuente del Elefante.- Esta construcción se localiza en la finca del Caño Escaravita, a dicha fuente se accede desde la carretera de Trassierra.
¿Como llegar?.- La mejor opción, para evitar perderse, es seguir la citada carretera en dirección a la aldea de Trassierra. Esta carretera comienza en la glorieta de la estación del AVE siguiendo la salida de la izquierda en dirección al Parque Figueroa y desde ese barrio a la Albaida, que ya se encuentra en las afueras del casco urbano, se sigue la carretera que tiene un trazado bastante irregular y con pendiente ascendente hasta llegar al cruce con la carretera que se dirige a las Ermitas y Mirador de las Niñas. Otro acceso a la aldea de Trassierra desde Córdoba se encuentra en la glorieta que hay al final de la avenida de Medina Azahara y que pasada ésta continua al barrio de las Moreras y Electromecánicas, al mismo tiempo es la carretera que conduce a las ruinas de Medina Azahara. Desde el cruce que lleva a las ruinas de Medina Azahara y a las del Monasterio de San Jerónimo se sube a la aldea de Trassierra tomando el desvío de la derecha. Al llegar al cruce con la carretera que se dirige a las Ermitas y Lagar de la Cruz se reune con la carretera que venía de la Albaida y siguen juntas por la izquierda a Trassierra. Como curiosidad hay que ver el bloque prismático que Carlos III mandó colocar en este cruce y en el que está escrito una rogativa a los dueños de los predios por los que pasan senderos para que dejen pasar al caminante. En un mural que hay en la margen derecha de la carretera se verá un croquis con los lugares más emblemáticos de Trassierra.
Después de pasar el bar de los Almendros y la finca del Hornillo, sigue una curva que deja, a unos doscientos metros, el Rosal de las Escuelas, a la izquierda de la carretera, más adelante hay un eucaliptal a la derecha, seguramente plantado para cegar una laguna que ahí existía y que queda registrada en los planos catastrales de 1945. Sigue ahora un tramo recto con encinar y pinos a ambos lados y despues de unos quinientos metros aproximadamente hay una explanada a la derecha (se verán unos contenedores de basura a la derecha junto a la valla) que queda limitada por una valla al mismo lado. En este punto hay que dirigirse hacia la izquierda siguiendo las marcas blanca y verde, junto a una valla hay una cancela de palos alambrados y postes metálicos, se abre y se deja cerrada una vez pasemos, este es el camino vecinal (29) que se dirige al cortijo del Caño Escaravita y al Bejarano.
Se sigue este camino hasta llegar a la casa del Caño, previamente habrá que cruzar el arroyo del Molino dejando a la derecha en un promontorio las ruinas de Valderrama. A la altura de la casa del Caño hay un cruce de caminos, el primero de la derecha se dirige a la Fuente del Arco, el siguiente al frente se dirige al Bejarano y el que hay a la izquierda lleva a la Fuente del Caño o del Elefante. La vegetación arbustiva del camino es predominante en jaras, madroñeras, romeros y espliegos.Hay alcornoques al comienzo y a lo largo de todo el recorrido pero sin llegar a formar bosque ni dehesa, esta es de encinas y también tiene pinos entremezclados. Los alcornoques tienen un porte magnífico y hay algunos de gran talla en el camino, cerca de la fuente.



 
Fotografía cedida por D. José Revuelto Torrellas

La fuente del Elefante recibe este nombre de la escultura que servía de soporte al caño de la misma, era una figura hecha en roca caliza gris, que se encuentra actualmente en el museo del Arzobispado frente a la Mezquita, y estaba emplazada sobre un pilar cuadrado, del que aun resaltan las marcas de las patas del animal. En principio podría decirse que su rechoncha morfología coincide con la de un elefante, pero la trompa parece que se le quedó corta al escultor o se partió.
Según las investigaciones más recientes el paraje en el que se encontraba esta escultura y el manantial que allí existe todavía, bastante abandonado y cada vez más salvaje el destrozo de la conducción de agua, pudo formar parte de una finca de recreo de alguno de los Califas cordobeses. Según las investigaciones de Castejón (publicadas en el Diario Córdoba y en el Boletín de la Real Academia de Córdoba), a principios de siglo esta fuente formaba parte del sistema de canalización de agua a la ciudad palatina de Medina Azahara. Más recientemente, según se desprende de los estudios de Ventura Villanueva, la fuente y la construcción en muro con arcos, que lleva dirección Norte tomando como eje el caño de agua, formaron parte del Acueducto de Valdepuentes, construcción romana que tiene su cabecera en el manantial del Bejarano y que se dirigía a Córdoba para surtir de agua a la ciudad. El agua que sale de la fuente forma un arroyillo que afluye al arroyo del Molino, que más abajo formará una estructura kárstica conocida como los baños de Popea.

 
 

Los Baños de Popea.- Se encuentran en el curso del arroyo Molinillo cerca de su desembocadura en el rio Guadiato. Justo encima de los Baños hay una presa, ya abandonada, que probablemente sirviera para mover un batán o un molino, en cualquier caso ambas estructuras son compatibles, y el nombre del arroyo esté relacionado con un molino, de él se conserva además de la presa un canal que llevaba el agua hasta una alberca, que se encuentra cubierta de maleza y actuaría de reguladora del caudal para mantener un movimiento continuado y cadencioso. Finalmente siguiendo el sendero que discurre junto al canal de conducción de agua y pasada la alberca encontraremos un torreón cilíndrico cuya base se encuentra al pie del arroyo. No presenta protección alguna contra caídas y es peligroso asomarse. Justo en la base aún quedan restos de construcciones que debieron configurar el pretendido molino.
Como llegar.- Se accede por la desviación que hay a la entrada del pueblo de Trassierra junto a una imagen de la Virgen, giraremos a la derecha por carretera (vereda de la Pasada del Pino) y seguiremos por ella, a unos 400 metros aproximadamente hay un desvío a la izquierda que no se coge, seguimos por la carretera y encontraremos un nuevo desvío a unos 300 metros a la izquierda que tampoco se coge, unos cien metros más adelante pasaremos por el puente sobre el arroyo Molinillo en una pequeña bajada que hace la carretera, despúes de una subida y a unos 50 metros una bifurcación, el desvío de la derecha se dirige a la fuente del Elefante, Bejarano, Desierto de San Juan Bautista y Alhondiguilla. Tomaremos la desviación de la izquierda y que en este caso nos coge de frente, a la izquierda también podremos ver un poste de hormigón de teléfonos con marcas blanca y verde y la indicación de la dirección del camino, seguiremos por camino asfaltado que rápidamente acaba y sigue de tierra, el camino está vallado a ambos lados. Después de unos 600 metros desde la bifurcación, justo donde la alambrada acaba, a la izquierda bajaremos por un sendero hasta llegar al arroyo que seguiremos en su margen derecha para llegar a encontrar las construcciones arriba descritas, suele ser sitio de acampada y peroles, a veces no está tan limpio como debiera, pero si lo cuidamos nuestros nietos tambíen podrán disfrutarlo.

 

Pozo de la Nieve.- Es una construcción dedicada en siglos pasados a almacenar la nieve producida en la temporada invernal para después venderla en la ciudad en el verano, el proceso consistía en formar un lecho de ramas y sobre ellas echar la nieve retacándola para convertirla en hielo, añadiendo ramas alrededor de la pared para aislarla, en la parte baja disponía de canales para eliminar el agua del deshielo. Se construían en lugares resguardados del sol, los más conocidos son los de la Sierra de Murcia. En los meses de calor, el hielo se trasladaba a la ciudad en horas a las que el sol aún no había apuntado. En Córdoba hay dos pozos de nieve registrados en la cartografía del siglo pasado y uno sólo (Trassierra) en la cartografía 1/10.000 de la Junta de Andalucía. Se puede visitar el de Trassierra, el otro en Cerro Muriano no está visitable.
Como llegar.- Se accede al de Trassierra desde la entrada del pueblo por un desvío que hay a la izquierda después de pasar los aparcamientos. Siguiendo este camino, a unos 600 metros de su comienzo, se podra avistar a la izquierda en alto unos almezos que destacan del resto de arboles del entorno, no hay un camino claro para llegar a el por lo que habrá que seguir la pista de esos almezos para llegar al pozo de la nieve.
El de Cerro Muriano se localiza a la derecha de la carretera de Córdoba a Obejo en la Finca de CampoBajo.

 

El Molino de Cabriñana.- Se encuentra en la finca de Cabriñana, a la que los ciclistas de todo terreno asociamos con la cuesta del catorce por ciento.
Como llegar.- Se accede a esta finca desde la carretera de Córdoba a los Villares y Obejo, también cuesta del Cambrón. Una vez pasado el edificio que Telefonica tiene a la derecha de la carretera, prácticamente enfrente de la Cañada de la Monja, se entra en una curva muy cerrada de la carretera (en los mapas se ve casi como una elipse), y a la derecha antes de llegar a la zona de canteras (que se abrió para la reforma y construcción de esta carretera), hay un desvío que indica precisamente a Cabriñana, el camino es privado, pero solicitando permiso del dueño accederá a mostrar el molino aceitero. Está construido en una nave alargada en la que se aloja el brazo de palanca que exprimía la pulpa de las aceitunas en sus correspondientes pilas de capachos de esparto. La zona de molienda es una pieza circular con una sola muela que era movida por un animal de carga. Al lado se encuentra la chimenea y todos los aperos necesarios para proceder a la extracción del aceite de oliva. Según me contó el dueño la última molienda se realizó justo antes de la guerra civil, ya que el cortijo fue bombardeado y así se puede observar en el terreno y queda constatado en el plano catastral de 1898 (el original se puede consultar y adquirir, previa solicitud, en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba) en el que está escrito a mano por el oficial de la época, el destino de dicha hoja cartográfica.
Torre de las Siete Esquinas

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