martes, 17 de mayo de 2011

FIESTA DE LA CATA DE VINO




 
Poesía y más poesía brota este año en un recinto 'enjaulado' del que pocos pueden escapar sin dejarse    embriagar por los versos de uno de los poetas más ilustres que ha dado Córdoba y también de los caldos generosos más característicos de la provincia, los Montilla-Moriles. El secretario del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, Manuel López Alejandre, está convencido de que el vino es una "forma de expresión de la cultura, en forma de tradición".
Una realidad que conocen "pensadores, artistas, escritores y poetas" como el cordobés Juan Bernier, a quien este año se dedica la celebración de la Cata del Vino por su estrecha relación con las tabernas cordobesas y los caldos generosos de la tierra. En 2011 se cumple el centenario de su nacimiento, razón por la que los bodegueros y restauradores rinden tributo al poeta del grupo Cántico, Medalla de Oro de la ciudad de Córdoba, coincidiendo con la celebración de la XXVIII edición de la Cata del Vino.
La vinculación entre el mundo de las artes y el vino también es palpable en la elección del autor del cartel anunciador de dicho evento enológico: Ginés Liébana, fundador de la mítica revista poética 'Cántico', pintor y escultor.
En esta ocasión, son 24 las bodegas participantes y 11 los restaurantes, en los que además se podrán degustar platos y productos de la tierra, como el jamón de la Denominación de Origen del Valle de los Pedroches. En cuanto al vino, se podrán probar hasta seis variedades hasta el próximo domingo en las carpas instaladas junto al pabellón de Valdeolleros.
No importa el color: que sean blancos o tintos es lo de menos, pero su graduación, en función de la ingesta. El vino hay que tomarlo en su justa medida, que si no puede llegar a afectar seriamente al que lo bebe. La exalcaldesa cordobesa y ahora ministra Rosa Aguilar, que este miércoles ha participado en la inauguración de la Cata, ha ofrecido así sus consejos.
Cuando el sol aprieta, lo que interesa es beber "vino blanco fresquito", y el fino es el "mejor". Ahora bien, se lo que se pretende es coger una cogorza de esas que hacen historia, hay que apostar por los vinos olorosos, pues "tienen mucho cuerpo y tumban pronto". Y, si estos caldos se toman acompañados de comidas típicas de la gastronomía cordobesa, entonces ya es cuando hay que quitarse el sombrero, cordobés a ser posible.

 

En Córdoba, días de vino y versos

Una joven sirviendo una copa de vino en la nueva edición de la Cata cordobesa. | Madero Cubero

1 comentario:

  1. El que más Me gusta es ese "dulcecito", el Pedro Ximénez, con el que le entra por el cuerpo "un yo qué sé". y te da un punto perfecto para empezar la fiesta.

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